lunes, 21 de diciembre de 2009

Health Care Reform: "inch by inch, row by row, Oh, to make this garden grow."


Thanks, God, thanks, God. Now I recover some hope on our American friends, those who, for some time, showed us the path, the beacon to follow.

Yo mismo me sorprendo de lo que escribo. Pergeñándose durante los últimos dos meses ha estado la coalición que impulsaría la reforma sanitaria de la Presidencia Obama en el Senado para que la semana pasada, con momentos dramáticos, se encontraran los últimos votos, el número 59, el número 60, que, arrancando grandes concesiones del acuerdo logrado por el grupo demócrata - sirva como ejemplo el senador Lieberman que desde esta tribuna recibió lindas críticas -, han formado esa mayoría cualificada que permite a la reforma sanitaria abrirse paso.

Inch by inch, row by row, Oh, to make this garden grow.

Y hace unas horas, 1 am en Washington D.C., 7 am en España, nos desayunamos con la noticia de que los demócratas en el Senado han superado con 60 votos los primeros obstáculos procedimentales (el primero, el cloture vote) que nos conducirán eventualmente a la votación final (en su trámite en el Senado) el día de Nochebuena. A tantos ha pillado por sorpresa que pocos son los artículos de opinión (op-ed) sobre el tema, los periodistas y analistas estadounidenses ya en la cama, me imagino.

Pero ahora ya estamos, son 60, 60. No basta con ganar una elección presidencial con una substantiva mayoría, no basta con tener mayorías holgadas en ambas cámaras. Necesitas, además, dos mayorías cualificadas en Senado y Cámara de Representates para que las reformas que el presidente ambiciona salgan adelante.

Y granjearse esos últimos votos, el número 58, el número 59 y el número 60 de aquellos demócratas moderados o independientes que en la cuerda se sitúan es harto difícil. Un poco menos y no apoyan, un poco más y sí lo hacen. Pero ese poco más es sangrante y se traduce en que el proyecto de ley debe incluir tal o cual contraprestación para el estado del que estos senadores provienen. O debe éste plasmar fielmente la visión de la ley del senador en cuestión. O incluso puede llegar a ser tan interesado este apoyo legislativo que en contraprestación se exige una rueda de prensa conjunta con el Presidente para avanzar así la carrera política de aquel legislador de cuyo voto se depende.

Esos votos tan necesarios y tan caros se conocen en Ciencia Política y en Economía Política como votos medianos, pues hacen referencia al concepto estadístico de mediana, aquel valor de la variable que deja a su izquierda la mitad más uno de los individuos del conjunto. Un senador mediano es pues aquel que deja a su izquierda a 59 compañeros.

Flexibilizo algo el término (lo uso para una´mayoría cualificada de 60 y no simple) para dejar constancia de lo importante de la centralidad de su voto. Sin él, nada. Con él, todo.


Analicemos como ejemplo qué han conseguido los máximos exponentes de estos votos medianos en esta negociación. Pues bien, un somero análisis nos indica que el Senador demócrata Ben Nelson, de Nebraska, el número 59, ha extraído dos importantes concesiones: la primera, que los futuros seguros médicos no incluyan derechos reproductivos (es decir, que ningún aborto esté cubierto por el seguro, sea éste privado o parcialmente financiado con dinero público - lo que acerca la ley al conservadurismo de su electorado); la segunda, que cualquier sobregasto en la Seguridad Social para los más necesitados (el programa Medicaid) será asumido directamente por el Gobierno federal a perpetuidad. Wow!


Y de Lieberman, ¿qué decir del viejo zorro que no hayamos comentado ya? Se ve satisfecha su demanda de que la ley final no cuente con una opción pública de seguro médico y de que no se extienda el programa de Seguridad Social para ancianos (Medicare) desde los 55 años en adelante, estando situado ahora, donde seguirá, en los 65 años. Las razones por las cuales optó por situarse ahí, por vender tan caro su apoyo, nos son, desde Albacete, inexcrutables.


-Nebraska, Louisiana, Vermont and Massachusetts. These states are getting more federal help with Medicaid than other states. In the case of Nebraska -- represented by Sen. Ben Nelson, who's providing the critical 60th vote for the legislation to pass -- the federal government is picking up 100 percent of the tab of a planned expansion of the program, in perpetuity.
-Beneficiaries of Medicare Advantage plans -- the private managed-care plans within Medicare -- in Florida. Hundreds of thousands of them will have their benefits grandfathered in thanks to a provision tailored by Sen. Bill Nelson.
-Longshoremen. They were added to the list of workers in high-risk professions who are shielded from the full impact of a proposed new tax on high-value insurance plans.


Extraído de aquí.

Esto refleja lo que los estudiantes de Política Económica ya sabían: que el voto que se coloca, por suerte, por estrategia, justo en el centro, que se torna necesario, se vuelve caro. Y ese precio a pagar, en forma de subvenciones, transferencias o incluso chantaje político, se conoce como pork barrel spending.

Pero, en fin, lo mejor siempre es enemigo de lo bueno, y esto que tenemos, con todas sus imperfecciones, con sus chantajes de última hora, es lo mejor que podemos sacar adelante. Y digo nos porque sigo pensando en aquellos colegas que conocí en las calles de Williamsburg, marginados de la globalización y del boom económico de los 90.

Y lo que queda al final, según el gráfico no demasiado elaborado de Nate Silver en http://www.fivethirtyeight.com/, es un proyecto de ley que mejora sustantivamente el status quo a pesar de quedarse lejos de lo que hubiera sido una completa reforma. Y es que nunca podemos olvidar lo que es y no es políticamente factible. Y a fecha de hoy, it is what it is.



Mrs. Pelosi, Mr. Obama, Mr. Reid, I toast this as a good starting point. Permítanme parafrear a Churchill diciendo that this is not the end, it is not even the beginning of the end, though it may be the end of the beginning.

“This is not about politics,” Mr. Reid said. “This is not about polling. It’s about people. It’s about life and death in America. It’s about human suffering, and given the chance to relieve this suffering, we must.”


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