viernes, 17 de septiembre de 2010

Conclusiones del foro USA.AB




UNAS CUANTAS CONCLUSIONES TENTATIVAS DEL FORO USA.AB


El pasado 6 de Septiembre, el Foro USA.AB reunió a 15 ponentes de excepción de ambos lados del Atlántico con una audiencia local y regional de 150 emprendedores y jóvenes universitarios que formaron, durante unas horas, un ágora con su debate apoyado en tres columnas: Liderazgo, Sociedad Civil y Emprendimiento.


Reproduzco a continuación las conclusiones extraídas tras la jornada, análisis que hemos hecho desde la organización ahora ya que once días han pasado. Pasan así los contenidos de la jornada a formar parte de nuestros recursos personales.


Algunas conclusiones tentativas de la jornada, agrupadas por el tema de discusión, son las siguientes:


EMPRENDIMIENTO


i. Como nos recordó el Presidente de ECOFRECO, Carlos Rivadulla, el valor de una buena idea es cero: éste sólo aparece mediante el proceso que pone dicha idea en funcionamiento.


ii. La mesa redonda entre diferentes emprendedores concluyó unánimemente que la creación de la idea innovadora es un proceso relativamente espontáneo que, si bien incluye dosis de reflexión, es a menudo fruto de la imaginación y la curiosidad.


iii. Los mismos ponentes mostraron su acuerdo en que el mito de que la idea debe ser tan valiosa y espectacular como la creación de Facebook o Google es, sencillamente, irreal y no conforme a la experiencia cotidiana en la creación de empresas, incluso en aquellas de base tecnológica.


iv. Sobre el desarrollo de capacidades emprendedoras, los conferenciantes difirieron ligeramente en si el emprendedor nace o se hace, aunque hubo cierta inclinación hacia la última consideración. Se coligió así que el ser emprendedor es un cierto tipo de actitud y voluntad por tomar riesgos en la puesta en marcha de proyectos que agregan valor, pero que estas capacidades no son ni exclusivamente innatas ni exclusivamente aprehendidas de manera inconsciente.


v. España tiene la peculiaridad de que un altísimo porcentaje de sus “emprendedores” mantienen sus puestos de trabajo mientras dan no sólo los primeros pasos sino también gran parte de los subsiguientes. Per se, esta matización al concepto de emprendimiento no dificulta el desarrollo del proyecto pero es, en cierto modo, totalmente contradictoria con el concepto de emprendedor como agente dispuesto a tomar riesgos. Esa falta de asunción de riesgos se traduce en una carencia de compromiso total en la consecución del proyecto: ante los pequeños obstáculos que aparecen en el camino se tiende a abandonar.

Es por eso que “quemar las naves” tiende a destapar fuerzas y energías insospechadas por parte del emprendedor. No hay vuelta atrás y de la necesidad pues se hace virtud. Los proyectos sin este tipo de total compromiso presentan porcentajes de éxito marcadamente inferiores.


vi. Las diferentes instituciones que fomentan el emprendimiento a nivel local, regional y nacional son fuentes de recursos muy interesantes para el emprendedor, pues ayudan a racionalizar la idea, formar una hoja de ruta (plan de negocio) y valorar las posibilidades de éxito. A pesar de que son herramientas que, desgraciadamente, no participan de la precisión científica, las técnicas cuantitativas y cualitativas por las que se desarrolla un plan de negocio y se estudia el mercado dan una oportunidad al emprendedor para repensar críticamente su proyecto y mejorarlo.



LIDERAZGO


vii. En el mundo actual de inmediatez, el líder pasa por ser articulado, ruidoso, vociferante y dotado para la oratoria. Se premia el continente y no el contenido.


viii. Para el foro USA.AB, el líder es aquel que, en primer lugar, posee un proyecto, una visión, una línea de acción, y, en segundo lugar, lo transmite al entorno y lo hace con energía y visión sumando al proyecto sinergias y agentes que complementan su finitud.


ix. Muchos emprendedores, tornado su exitoso proyecto, se ven en la obligación de devenir líderes dentro de sus equipos, pues representan la visión de la empresa ante sus trabajadores. Es por tanto poco habitual no descubrir ciertas capacidades de liderazgo en los emprendedores exitosos.


SOCIEDAD CIVIL


x. El mantra ultraliberal de que “todos mis éxitos son fruto de mi esfuerzo” se revela falso al tener en cuenta que gran parte de nuestros logros son fruto de la sociedad relativamente justa, relativamente democrática y relativamente libre en la que vivimos. Según cifras del Nobel de Economía francés Herbert Simon, el 90 % de nuestros ingresos son contingentes a nuestro tiempo histórico y nuestra geografía. Es decir, no somos moralmente responsables del 90 % de nuestra riqueza.


xi. El éxito de un emprendedor debe pues acarrear cierta sensación de responsabilidad para con la comunidad en la que el proyecto salió adelante.


xii. Esta idea es una de las caras visibles del principio fundamental del foro USA.AB de devolver a la sociedad. Es por eso que la organización del foro USA.AB recaudó entre los asistentes 283 horas de voluntariado y 193 euros, recursos ambos que serán gestionados por la Plataforma de Voluntariado de Albacete y la ONG internacional Play31.


martes, 14 de septiembre de 2010

Pasadas semanas del mundo oteadas desde Albacete

Por razones de sobra conocidas ha sido fulgurante el paso de las últimas dos semanas. Miro con perplejidad el calendario: me he perdido algunos días. Y la correspondiente diversión política, siempre compleja, mutable, dinámica, en evolución sempiterna. La ventaja de la actualidad nacional e internacional es su similitud con las telenovelas latinas: salvo abruptos cambios de guionistas, el argumento sigue las mismas lógicas; y si sucede lo primero, el que la dinámica se mantenga hace que uno enseguida pueda subirse de nuevo al carrusel de emociones.

Así aconteció con la declaración de tregua unilateral de ETA el día 5 de septiembre apenas 20 horas antes del foroUSA.AB. O con los últimos movimientos de Sarkozy en nuestra vecina Galia, siempre con tales prisas por hacer y deshacer que los desmanes son en ocasiones desaforados.


Como dice Yasmina Reza, será que este frenetismo es un deseo interno “de combatir el drenaje del tiempo” (“to combat the slippage of time”). A veces pienso que Sarkozy aún no ha asumido (hasn’t come to terms yet with) el unamunoniano “sentimiento trágico de la vida” (algo que el sobrino de Pío Baroja nos dice que a su tío le costó la treintena de años y anestesió con esa “sensata y serena ataraxia” que tanto alivio trae aún cuando se corre el riesgo de dejarse caer por el barranco del nihilismo) y sustituye tal incapacidad por el sentido y abarrotado tráfico de su vida política.


A él le debemos ese primer highlight de la semana, y es que Francia sigue sin tener claro que quiere ser al jubilarse. La expulsión de partes de la población gitana de su territorio sería cómico si no fuera trágico: me pregunto cuál es el problema de seguridad o de indefinición de la identidad francesa que éstos representan.


No quiero caer en el lugar común porque me parece obvia la inmoralidad del asunto, pero el aspecto interesante a resaltar es la duda que se impone sobre la capacidad de la Unión Europea de hacer regresar al redil a los más díscolos.


La cuestión en cuestión es si un país firmante de un tratado de protección de derechos humanos puede ser sancionado por incumplimiento de éstos por el resto de estados firmantes. Tengo a mi espalda un libro sobre la jurisprudencia existente desde la firma de los acuerdos de Helsinki que dieron lugar a la creación de la OSCE y la multitud de casos y acusaciones, amenazas diplomáticas de sanciones políticas, entre los que respetaban y los que no los derechos en ese acuerdo reconocidos. La conclusión es, en resumen, que el principio de soberanía prima por encima de esos supuestos derechos reconocidos en tratados vinculantes. Es decir, que no.


Lo cual nos lleva a colegir que la UE tiene gran poder coercitivo cuando países vecinos quieren unirse a nuestro club (criterios de Copenhague) pero poco palo y poca zanahoria para hacer algo una vez dentro (excepción hecha del problema austríaco del 2000 con el ya difunto Haider que, a pesar de cerrarse en falso, obligó al cambio de coalición gubernamental en el país centroeuropeo).


Pero otro asunto interesantísimo es la revisión de la política de defensa (y de guerra) del Reino Unido. Apremiados por las facturas deben reducir presupuesto de uno y otro lado. Los Lib-Dems hicieron prometer a Camerón que no se tocaba ni la AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo) ni el NHS (National Health System) lo que coloca en la mirilla de la escopeta de recortes, entre otros, al Ministerio de Defensa.


Lo cierto es que mi sesgo ideológico me hacía pensar que esa defensa a ultranza del NHS debía ser bienvenida. Tras un escrutinio más racional y al ver el siguiente gráfico debo admitir que los trade-offs hiciéronseme evidentes.


Sobre todo porque he leído en varias ocasiones que el aumento espectacular (humongous increase) de gasto en sanidad no se ha traducido en sustantivas mejoras del servicio. Habrá que comenzar a pensar en su eficiencia, en los retornos marginales, y considerar si no vale la pena restar un poquito de aquí (NHS) para no restar tanto de acá (defensa, educación). Siempre y cuando, claro, me pongo en la piel de un habitante de la Pérfida Albión, como democracia decidamos que este gasto en defensa es necesario, que nuestra misión en Afganistán merece la pena, que es imperioso que aún juguemos un papel en el mundo, etc, etc.


Una sugerencia (que nadie va a leer): recorten de disuasión nuclear. Los ejemplos históricos de Irán y de Corea del Norte nos dicen que no hace falta tener la bomba nuclear para conseguir ese efecto disuasorio: basta con fingir que se tiene. Al régimen de Pyongyang le es suficiente con haber explotado malamente un petardo nuclear para saberse a salvo de represalias y coacción nuclear. O como otro ejemplo histórico nos revela, no hacen falta las más de 10.000 cabezas nucleares estadounidenses ni las 17.000 soviéticas (sí, lo sé, soy un nostálgico) para obtener esa “paz nuclear”: con unas cuantas bien colocadas, bien escondidas, más otras falsas (dummies) se consigue el mismo efecto. Y si no que se lo pregunten a las 400 armas nucleares chinas.


Verbigracia, 400 que son menos de 10000 que son casi 17000. Es decir, mismo efecto pero a menor precio.


Admito que me falta saber el dato del despliegue británico pero me da una pereza volcánica el levantarme a por mi enciclopedia nuclear de bolsillo que dejé en la mesita de noche.


Como dice Waltz, “more [Nuclear Weapons] may be better”, pero, si me lo permitís, you don’t - really - need that many.


PS: Me tengo que despedir con un fragmento de la columna de David Trueba de hoy en El País. Sobre los libros de texto del nuevo curso escolar. Continúa mi risa desde esta mañana: “Las editoriales principales funcionan con un tono soprano, donde nadie se atreve a rechistarles, y a los padres que reivindican en público la razonable posibilidad de que sus diferentes hijos puedan heredar de año en año los libros de texto yo les recomendaría que miraran debajo del coche antes de arrancarlo por las mañanas”.