lunes, 7 de septiembre de 2009

Gerrymandering

bbbbbbSeguro que se os habéis percatado de la extraña forma que tiene el distrito 34, con dos apéndices que parten del cuerpo principal dejando en medio un espacio que pertenece a otro distrito.

bbbbbbLa delimitación de los distritos de una manera tan aleatoria se denomina en Ciencia Política gerrymandering. En 1812, el gobernador de Massachusetts, Elbridge Gerry, aprobó una ley por la que se arrogaba la competencia para redibujar los distritos electorales de su estado. En su cabeza estaba que, escogiendo el adecuado porcentaje de católicos, metodistas, anabaptistas y demás, podría conseguir asegurar que determinados candidatos de su favorecido partido Demócrata-Republicano (el precursor del actual partido Demócrata) no tuvieran dificultades en ganar la elección (por ejemplo, creando distritos con mayoría católica en aquellas zonas en las que su candidato favorito fuera de esta confesión; haciendo inversamente lo propio si su protegido era protestante).


bbbbbbLos periodistas de la época se percataron de que uno de los distritos creados por Gerry tenía la forma de una salamandra (salamander) y derivaron el término gerry-mander. Así, to gerrymander queda constituido como verbo y gerrymandering como el nombre de la acción: lograr ventaja política rediseñando para tu propio beneficio el campo de batalla. Políticos eligiendo a sus votantes y no votantes escogiendo a su representante. Una perversión del sistema democrático.


bbbbbbY así es como el término pasó a formar parte de nuestro vocabulario político.

Caricatura de la época: La salamandra de Gerry engloba diversos condados de Massachusets.


bbbbb Hoy en día en EEUU el gerrymandering forma parte habitual de la práctica política estadounidense. En Texas, por ejemplo, una Asamblea y un Senado estatal de mayoría republicana redibuja los distritos de tal forma que aumente la posibilidad de re-elección de los suyos y dificulte la de sus opositores demócratas.


Vean por ejemplo, http://www.fairvote.org/articles/bbcnews100804.htm


bbbbbbNo tengo al alcance ningún ejemplo donde los demócratas hayan hecho lo opuesto pero, sí, los dos lados pecan de lo mismo.


bbbbbbEn España los distritos están determinados por la Constitución (la circunscripción es la provincia) así que para elecciones nacionales no hay posibilidad de cambiarlos sin consenso y la práctica del gerrymandering es por tanto desconocida. Creo recordar (lo lamento pero no tengo los datos aquí) que a nivel de elecciones autonómicas sí se puede hacer (¿no hubo un intento por la Comunidad de Madrid de Esperanza Aguirre hace unos años de redibujar los distritos con la excusa de mejorar la representación?)


La rigidez española en la delimitación de los distritos contrasta con la imprecisión en la Constitución estadounidense: salvo dos reglas genéricas (que todos los votos tienen que valer lo mismo – Equal Protection Clause, enmienda 14 – y que el censo de población se realiza cada diez años) no hay una mención expresa a los distritos. El resultado es pues que cada diez años se realiza el censo y que, tras la realización del censo, tras la actualización de la población, como se sabe cuántos habitantes viven en cada sitio y sabemos, más o menos, cuantos representantes deseamos tener (51 en NY), cada órgano legislativo con representación (House of Representatives de todo EEUU, las Asambleas y los Senados estatales, los gobiernos municipales y un largo etcétera) realiza la subsecuente división (nueva población / número de escaños, en el caso de NY, población / 51) y reorganiza las fronteras de los distritos para que éstos tengan un número de habitantes cercano a la cifra del paréntesis anterior.


Una de las legitimaciones a posteriori de la práctica del gerrymandering es que ayuda a la protección de las minorías. El mecanismo es el siguiente: el censo determina dónde está la nueva mayoría latina, por ejemplo, tras 10 años de movimientos y procesos de gentrification y redibuja el distrito de tal manera que en su interior siga habiendo mayoría latina y se asegure pues un representate latino en el Consejo Municipal.


De ahí que el Distrito 34 cambiase de forma en 2001 (y se le añadiese Ridgewood y se estrechase la zona de Williamsburg pues los hipsters habían tomado ésta haciendo que la población latina se tuviera que mudar a áquella).


El año que viene, 2010, se eligirá al Congreso (House of Representatives más un tercio del Senado) que hará el censo y redibujará los distritos en 2011. En otras palabras, quien gane partirá con una ventaja estructural en la política estadounidense de los próximos diez años (hasta el 2021).

domingo, 6 de septiembre de 2009

Preparando entrevista de La Caixa y ultimos 9 dias. Proxima actualizacion: madrugada del lunes. [SPRINT Mobile services]

sábado, 5 de septiembre de 2009

NYTimes Endorsement


ENDORSEMENT NYTIMES!!!

1154 pm Viernes Night

WE GOT THE NYTIMES ENDORSEMENT!!!!!!!

viernes, 4 de septiembre de 2009

Voluntarios

...........65,000 llamadas de teléfono y 12,000 visitas a votantes realizadas a falta de 11 días para E-Day. Y todo gracias a ellos.






Nuevas campañas


ddddddEn la película Power (1986), un veterano asesor político, Gene Hackman, ya de capa caída, y su candidato se enfrentan en unas elecciones para el Senado contra un antiguo aprendiz de Hackman, exitoso ahora, Richard Gere, consultor para el principal favorito.


El candidato de Hackman es un independiente, un profesor de universidad con encanto pero sin posibilidades reales de victoria. Pero para Hackman, que dejó ya atrás sus mejores años, es una cuestión de honor: quiere que el profesor sea competitivo y evitar así un resultado final catastrófica (la derrota ya está aceptada).


jjjjjjjjjPero incluso eso, piensa Hackman, será difícil, pues no dispone de los recursos necesarios. Le falta algo por lo que suplica a Gere, apelando a los lejanos días de su relación. ¿El qué?

jjjjjjjjj“The demographics, God damn it!”


Cuanta más información tenga uno, por mala o incompleta que sea, mejor. Las decisiones tendrán mayor calidad. No cabe duda alguna.


Pero, ¿por qué es tan importante poseer esa información, esos datos demográficos?


En las campañas de la primera mitad del s. XX, lo importante era llevar el mensaje a toda la población. Eran los inicios de la comunicación de masas. Cuantos más ciudadanos escucharan sobre el candidato, mejor.


De ahí el spot televisivo de la campaña de Eisenhower para las presidenciales de 1952, que si no me equivoco fue uno de los primeros anuncios masivos electorales de la historia.

“Ike for President, Ike for President; You like Ike, I like Ike, Everybody likes Ike.”


Pero a mediados de los 60 los consultores y especialistas en campaña comprendieron algo: no tenía sentido tratar de convencer a aquellos que ya habían decidido que votarían en contra de su candidato. Y tampoco tenía lógica, por las mismas razones, malgastar recursos en convencer los ya convencidos.


El corolario es sencillo: gasta dinero y tiempo en llevar tu mensaje a aquellos que son más persuasibles.


Dos ejemplos:


Al comienzo de las elecciones presidenciales de1960, Richard Nixon, en aquel momento Vicepresidente con Eisenhower, prometió que durante la campaña visitaría todos y cada uno de los estados. La lucha se fue volviendo más encarnizada y Kennedy se acercaba peligrosamente, pero Nixon estaba obligado a cumplir con su palabra y tuvo que viajar a estados que tenía prácticamente asegurados y otros que tenía completamente perdidos. No eran consideraciones estratégicas sino respetar lo prometido: la opinión pública estadounidense no le hubiera permitido dejar en agua de borrajas su promesa. Y ahí tuvimos a Nixon, debiendo perder dos días cruciales de campaña en Alaska cuando ese tiempo y esos recursos podían haber sido utilizados en otras partes del país más sensibles a su mensaje.


36 años después, la campaña de Clinton y Gore creó mapas por ordenador con datos demográficos superpuestos (aparentemente esto es muy fácil de hacer con un software como GIS y con una buen listado de votantes). Gracias a diferentes encuestas telefónicas y grupos de discusión, la campaña averiguó que las madres solteras de EEUU eran relativamente favorables a Clinton-Gore. En cuanto se tuvieron dichos resultados, los ordenadores comenzaron a imprimir y señalar grandes concentraciones de madres solteras en aquellos estados en los que el pronóstico electoral fuera de empate. Al mismo tiempo, se ordenaron dichas localizaciones teniendo en cuenta el precio del mercado audiovisual que las cubría. Atendiendo a estos criterios, era evidente dónde había que comprar anuncios especialmente dirigidos a ese grupo social, dónde debía ir el Presidente y a dónde se debía enviar al Vicepresidente. ¿El resultado? Dinero y tiempo eficientemente empleados. Y victoria.


Estos dos ejemplos epitomizan cómo ha cambiado la estructura de las campañas en EEUU. Y el porqué.


Como decía antes, en el viejo tipo de campañas electorales, la estrategia de comunicación de un candidato era extender su mensaje lo máximo posible a través de periódicos, mítines y, literalmente, llamando a las puertas de todo el distrito. Esta estrategia era muy eficaz a la hora de contactar con el máximo número de votantes pero no era eficiente (Nixon no podría estar más de acuerdo). Poco se trataba de juntar el mensaje adecuado con el público adecuado.


Desde finales de los 60, cada campaña hace especial hincapié en descubrir cuáles son las preferencias de los votantes y dirigir a aquellos subgrupos que a priori sean más persuasibles el mensaje adecuado. Y así lo entendieron en la campaña de Clinton con su obsesión de última hora con las madres solteras.


Si durante mucho tiempo se trató de alcanzar al mayor número posible de votantes, hoy en día se busca focalizar la atención en el suelo más fértil, aquellos votantes a los que más fácilmente se pueda persuadir.


Permitiéndome el símil bélico, antes se utilizaba una ametralladora y ahora un rifle de precisión.

Y tras esta reflexión, la pregunta natural es ¿cuál es el swing voter en nuestro distrito? ¿Quién es votante al que dirigimos nuestro mensaje?